Hay mañanas en las que desearíamos con todas nuestras fuerzas podernos quedar en la cama todo el día para no enfrentarnos a la múltiples tareas que tenemos por delante.
Esta enorme pereza puede aparecer por muchos motivos: cansancio acumulado, una mala noche, miedo a una tarea complicada, depresión pasajera o cambios climáticos o de estación.
Son muchas las causas, pero solo hay una consecuencia: nos es imposible afrontar el día con energía. Sin este empuje, será imposible que podamos rendir en la escuela de forma satisfactoria.
¿Cómo superar estos días tontos? Lo primero para poder sobrevivir a un día malo es ser conscientes de que existen estos días.
El siguiente paso es dividir el día en pequeñas partes y hacer cada tarea en una parte, evitando las distracciones. Este tema es importante: los días en que estéis bajas de energía, tratad de evitar al máximos las distracciones (música, chat, televisión).
Las cosas hay que hacerlas poco a poco y una por una. No pienses lo que estaras haciendo dentro de una hora, piensa en el presente y en la tarea que estas realizando en ese momento. Cuando la termines, ya podras pensar en el siguiente paso.
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